En esta virtualización de la Masacre de Muchachas de Abril, se trata de construir una representación de este acontecimiento con imágenes que las nuevas tecnologías nos acercan. Los hechos dolorosos y traumáticos perduran en la memoria de los sobrevivientes. Este trabajo procura reflejar la emoción y la fuerza de los testimonios recogidos, como parte esencial en la transmisión de un relato. Permite sortear la imposibilidad de acceder al lugar de los hechos.
La singularidad y la fuerza de este trabajo radica en cómo nos conmovió como colectivo lo ocurrido esa noche en Mariano Soler 3098, y en la riqueza de las visiones diversas de vecinos y testigos, así como de la justicia.